Reseña: Las lágrimas de Shiva

Título: Las lágrimas de Shiva
Autor: César Mallorquí
Editorial: Edebé
Páginas: 237
ISBN: 978-84-2367-510-4



En cierta ocasión, hace ya mucho tiempo, vi un fantasma. Sí, un espectro, una aparición, un espíritu; lo puedes llamar como quieras, el caso es que lo vi. Ocurrió el mismo año en que el hombre llegó a la Luna y, aunque hubo momentos en los que pasé mucho miedo, esta historia no es lo que se suele llamar una novela de terror.

Todo comenzó con un enigma: el misterio de un objeto muy valioso que estuvo perdido durante siete décadas. Las Lágrimas de Shiva, así se llamaba ese objeto extraviado. A su alrededor tuvieron lugar venganzas cruzadas, y amores prohibidos, y extrañas desapariciones.
Hubo un fantasma, sí, y un viejo secreto oculto en las sombras, pero también hubo mucho más.



El libro comienza utilizando la técnica in media res al contar lo mismo que se utiliza en la sinopsis que viene en una de las solapas del libro.

Las lágrimas de Shiva cuenta la historia de Javier, un adolescente que debe mudarse todo el verano a la casa de sus primas en Santander, porque su padre está enfermo y necesita recuperarse. Javier es un chico al que le gusta leer ciencia ficción, pero pronto, se verá envuelto en un misterioso caso familiar del pasado, propio de las novelas que a él le gustan. Beatriz Obregón, fue la responsable de la ruina de la familia de los tíos de Javier, o al menos, eso le confió su madre antes de que éste partiera a su hogar de verano.

Además, Javier tendrá que lidiar con los problemas que en esa familia atañe: La descortesía de su prima Violeta; los incómodos momentos silenciosos que protagoniza la benjamina de la familia Obregón por motivo de su timidez; Y un conflicto entre dos familias que guarda relación con Beatriz Obregón y las Lágrimas de Shiva, un collar de esmeraldas cuyo valor es incalculable, ¿Qué ocurrió realmente con Las Lágrimas de Shiva? Y, ¿Con Beatriz Obregón?

Rosa, Margarita, Violeta y Azucena Obregón “las cuatro Flores” son las primas de Javier. Tan diferentes e iguales a la vez. Una es romántica, la otra es una luchadora por los derechos de los ciudadanos y por los suyos propios, la tercera es una cascarrabias que adora escribir y Azucena es la tímida chiquilla cuyos ojos observan hasta lo invisible. Son personajes muy bien perfilados.

La narración en primera persona, por Javier, nos transporta a una época en donde reinaban las guerras y la tiranía en la España de 1960.

Es un libro que leí cuando estaba en segundo de la ESO, no recuerdo si como lectura obligatoria o voluntaria (sí, hacía lecturas voluntarias en aquellos tiempos jajaja). Fíjaos si debió gustarme que aún hoy recuerdo la trama y muchos detalles en concreto.

La historia es muy fácil de seguir y no se utiliza un lenguaje difícil, atrapa pero no de esas veces que te quita el sueño, es más bien que cuando abres sus hojas te olvidas de todo lo demás y sientes que estás allí mismo y formas parte de él.

Sólo deciros que el final me pareció enternecedor y bien concluido así que os lo recomiendo muchísimo.


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