Reseña: El diario de Ana Frank

Título: El diario de Ana Frank
Autora: Ana Frank
Editorial: Círculo de Lectores
Páginas: 298
ISBN: 84-226-4697-8

El 9 de julio de 1942, cuando la deportación de los judíos en los territorios bajo control nazi era ya una amenaza incuestionable para Ana, Margot, Edith y Otto Frank, familia judía originaria de Alemania emigrada a Amsterdam, se refugiaba en la Casa de atrás de la Prinsengracht 263, donde hasta entonces había trabajado el padre. Allí los Frank pasarías más de dos años de estrecha convivencia en la que la esperanza de la liberación por parte de las ropas aliadas se vería cercenada a diario por el miedo a caer en manos de la Gestapo.

Ana Frank, que poco antes de entrar en el refugio había cumplido 13 años, recoge en su diario los avatares de la vida cotidiana de estas ocho personas y a través de sus observaciones, anhelos e inquietudes, su propio paso por la pubertad hacia una maduración acelerada por su peculiar circunstancia. Pero su voz narrativa, llena de inteligencia y ternura ofrece además el encanto de otro proceso paralelo, el de la propia evolución como escritora, que en su corta vida, truncada por el holocausto nazi, alcanza una fuerza y un genio indudable.



Esta lectura la tenía empezada desde el pasado verano pero, es que entonces no conseguí pasar de la mitad del libro.

A ver, no me malinterpretéis; es un buen libro, es un libro extraordinario que ofrece el relato de alguien que vivió en los tiempos de la Alemania nazi, bajo la mano militar de Hitler, un testimonio francamente muy interesante.

Simplemente no conseguía avanzar en la historia porque se hacía un tanto insulsa, es de esperar que ocho escondidos en una casa no vivan muchas aventuras pero el hecho de que sea una persona tan joven quien lo escribe hace que la manera en que se relata a veces no tenga ni pies ni cabezas, siendo un total revoltijo de un ideas que se contraponen a fragmentos tan literarios en los que sale a la luz el verdadero espíritu de escritora de la autora.

Ana Frank a pesar de su prematura madurez sigue siendo una niña pero esta joven es mucho más inteligente que la mayoría de los adultos que la rodean y, aunque aun le queda mucho por aprender, de haber continuado su vida, se hubiera convertido, de buen seguro, en una gran periodista con gran afán de saber y conocedora de muchos de los saberes de la vida.


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